
En el mes de Noviembre del 2012, el Alcalde de la Ilustre Municipalidad de Santiago en ese momento, don Pablo Zalaquett, y luego de acuerdo del Concejo Municipal, se emitió el Decreto Alcaldicio que otorgó la renovación del Comodato Municipal del recinto de Carlos Valdovinos, por 10 años de uso.
Para cumplir con el referido Comodato, la institución tradicionalista deberá cumplir una serie de exigencias dirigidas a la comunidad de Santiago, en donde se debe entregar la cultura tradicional chilena e infraestructura necesaria para recibir a quienes visiten el Club, dando pie a diversas manifestaciones que mantengan la chilenidad, considerando en ello a la enseñanza de la historia, baile y tradiciones huasas y que estas sean de conocimiento general. Para cumplir con esto, la institución huasa debe realizar una inversión por 80 millones de pesos en mejoramiento de infraestructura y remodelación del recinto, permitiendo con ello la modernización de las instalaciones para que estas puedan ser utilizadas por diversas organizaciones folclóricas que deseen utilizarlas, además de contar con monitores que puedan enseñar y transmitir las diversas manifestaciones tradicionales de Chile.
Por lo mismo, el enterarse del supuesto ofrecimiento de la Alcaldesa Sra. Carolina Toha a la Gerencia de la Universidad de Chile para que pudieran contar con este recinto para la construcción del estadio institucional, fue recibir un duro golpe, ya que actualmente han comenzado trabajos de mejoramiento los cuales tienen un elevado costo monetario. El directorio corporativo del Club no fue contactado ni informado de este ofrecimiento a la tienda azul. Conforme a la información aparecida en el matutino nacional, fue preliminarmente desechado por los dirigentes deportivos, pero la oferta del terreno ya habría sido realizada en primera instancia y aun se encontraría vigente.

El año 1975, siendo Alcaldesa de Santiago la periodista Sra. María Eugenia Oyarzun, se cedió a Comodato Precario la franja de terreno de Av. Carlos Valdovinos. Se trataba de un relleno sanitario que se encontraba a descubierto, y del cual no había interés alguno en ocupar, menos en utilizar. Ante la urgente necesidad de contar con un lugar en donde cultivar las tradiciones y entregarlas a la comunidad, los socios del Club aceptaron este desafío y recibieron el terreno, el cual fue comenzado a rellenar a expensas y peculio de los propios asociados. De cada bolsillo de los socios, y por amigos y contactos de ellos mismos, se pudo llegar a concretar el recubrimiento del relleno sanitario (basural), para luego comenzar a aplanar el terreno tratando de dejarlo al nivel de calle. Demás está decir el elevado costo de estos trabajos, los cuales fueron plenamente absorbidos por los integrantes del Club.
Posteriormente, siendo don Carlos Bombal Alcalde de Santiago, en el año 1982, se firmó un Contrato de Concesión de uso por 30 años del referido terreno, el cual implicaba iniciar construcciones y la realización de diversas actividades folclóricas que estuvieran dirigidas a la comunidad. Durante todo este tiempo se ha logrado el objetivo, siendo quienes nos visitan en cada actividad los testigos del cumplimiento del contrato municipal adquirido. Sin embargo en el año 2012, cumplido el plazo del Comodato que se había fijado en el contrato de concesión del terreno, surgió entre los concejales de la Municipalidad de Santiago, el intereses de vender, traspasar e incluso construir en el mismo terreno que una vez sirviera de basural.

Ante la proximidad de las elecciones municipales de Octubre 2012, algunos de los concejales realizaron ofrecimientos respecto del terreno a sus probables electores los cuales iban desde la construcción de viviendas sociales para que personas de escasos recursos pudiesen vivir en la comuna de Santiago, levantamiento de edificios de bajo costo social hasta multicanchas o un centro deportivo comunitario. Algunas de estas promesas habrían sido imposible de cumplir, ya que por desconocimiento de la anterior utilización del terreno, el construir casas o departamentos, y si es que estas se lograban afirmar en el inestable suelo rellenado con basuras, los habitantes habrían sufrido los efectos de los gases emitidos por la descomposición de la basura existente en el subsuelo del terreno. Muy cerca del Club se construyó el Parque Andrè Jarlan, terreno que también fue relleno sanitario en los años 70, razón por lo que no existía la posibilidad de construcción de viviendas sobre él. La constante emisión de gases producida por la descomposición de la basura hace que en este parque exista una serie de respiraderos que permiten evacuar la toxicidad. Sin embargo la lucha electoral permitía a los concejales ofrecer este terreno a entidades u organizaciones de diferentes expresiones, pero dejando fuera al folclor, indicando que esta institución contaba con los recursos propios para adquirir un terreno en alguna otra parte. El solo hecho de ser o estar relacionados con el rodeo nos transformaba en una institución sin opciones de continuar disfrutando de este terreno. Sin embargo, nuestro Club es más una expresión folclórica en su conjunto y no solo destinada al deporte nacional. Niños desde los 5 años comienzan a conocer, practicar y vivir el folclor, y ello conlleva a que sus padres, hermanos y familiares convivan también nuestras tradiciones. Tal como lo hace el futbol en la actualidad, con la tranquilidad que se vive en los estadios, la armonía al perder uno u otro equipo, sumado al familiar ambiente de entendimiento que se vive al retirarse las barras por las calles cercanas a los estadios y al deseo de esos vecinos que tienen sus casas en los alrededores, quienes cada día que hay un encuentro futbolístico, agradecen la elección de vivir cerca de un recinto deportivo, ya que no deben temer a nada ni a nadie.
¿Qué preferirán los electores? Claro está que mil veces preferirán escuchar los suaves acordes de un arpa al estridente y grosero grito de un falso hincha deportivo, menos a la agresividad violenta trastocada por la creencia falsa de seguimiento a un equipo. Pero es mucho más fácil vender populismo que mantener nuestras tradiciones, sobre todo desconociendo la historia de un Club que ha sido transversal a la historia política de Chile, brindando con Presidentes de Chile radicales, socialistas y nacionalistas. Disfrutando de la única visita presidencial en la historia del Club, siendo la Sra. Michelle Bachelet quien ootorgó el honor de compartir junto a los integrantes de la institución, en donde rompió su protocolo alargando la estadía; en donde dio instrucciones a sus asesores de colaborar para la obtención de este terreno para el Club, el mismo terreno que hoy se disputa y aparece como trofeo para ofrecimientos políticos.
Que será lo que traspasaremos a nuestros descendientes, ¿la tradición folclórica de nuestro país o el populismo barato e inconsistente?

