
Una grata velada se vivió esa noche en el recinto del Club, ocasión propicia para el cierre del año y también para recibir a ilustres visitas quienes fueron premiadas por la mantención de la chilenidad. Con una gran asistencia de Socios e invitados se llevó a efecto primeramente, la recepción de quienes serían distinguidos con el “Premio a la Tradición Chilena” El lugar de recepción fue el Salón de Honor “Ernesto Santos”, lugar que se vió colmado de asistentes. En una breve ceremonia, se llevó a efecto la firma en el libro de Visitas Ilustres, de Luis Valentín Ferrada y Benjamín Mackenna en representación del grupo “Los Huasos Quincheros”.


Una vez testimoniado un mensaje y firma en el Libro de Visitas, don Luis Valentín Ferrada y Benjamín Mackenna entregaron palabras para los asistentes a le ceremonia. Fue así que el Sr. Ferrada manifestó: “Cuando se rinde un homenaje o se entrega un premio, es costumbre decir que es inmerecido, o que es demasiado el reconocimiento. Sin embargo, lo que debe decirse es que lo que hice, o el motivo que causa la premiación o estímulo, era mi obligación. El deber de cada persona es entregar lo mejor de sí mismo por alcanzar un objetivo, dejando en pos de ello el esfuerzo y el sacrificio”

De la misma forma, Benjamín Mackenna expresó: “Para ‘Los Huasos Quincheros’, es un honor estar en este lugar tan representativo del folclor y costumbres campesinas. Durante los76 años de existencia de este grupo, su objetivo ha sido mantener las tradiciones folclóricas chilenas, al igual que lo hace este Club. Uds., con 64 años de vida, han sabido mantenerse y ser referencia en el centro de Santiago, logrando tener un lugar acampado. Sigamos por este camino, el que nos ha permitido conocernos y compartir los mismos gustos por nuestras tradiciones.”

Posterior a esta ceremonia, se llevó a efecto un coctel en donde los invitados pudieron compartir con quienes serían premiados, momento en el cual muchos se tomaron fotos con “Los Huasos Quincheros”, inmortalizando la visita del antiguo y prestigioso grupo chileno. Antes de comenzar la cena, se entonó nuestro Himno Nacional, a los acordes del grupo folclórico “Los Corraleros del Gil Letelier”, el cual está integrado por los Socios Patricio Meza, Juan González y Juan Segovia, más algunos amigos de nuestra institución. Esta cena fue el debut de sus futuras presentaciones, ya que era la primera vez que entregaban su trabajo musical. Una bonita y especial sorpresa para todos los Socios e invitados de la actividad.

Luego, la recepción de los presentes por parte del Presidente de la Corporación, Rodolfo Morales Ríos, quien en su mensaje expresó el significado de El Huaso y Su Caballo, y lo que ha representado la presencia de ambos a los largo de la historia de Chile. Hemos querido incluir el texto de las palabras del Presidente, para conocimiento de quienes lean este reportaje:
Esta noche se juntan en este recinto, 2 tradiciones huasas que se entremezclan en armonía, el huaso, con sus canciones y su alegría de vivir, representado en la música de “Los Huasos Quincheros”, y a través de don Luis Valentín Ferrada, Director de la Asociación de Criadores, al caballo chileno, inserto en nuestros campos desde el nacimiento de la Patria, acompañando desde siempre en las labores agrícolas y ganaderas al hombre del campo.
A través de la historia de Chile, muchas páginas hablan sobre este hombre que con sus costumbres, sus rasgos y su vestimenta, lo convierten en toda una personalidad. Su habilidad con el caballo, con el lazo, con el rodeo, lo transformaron en un personaje épico. Fue así como junto a su caballo endilga al norte para defender su suelo, haciendo historia con cargas de caballería que arrasan y conquistan.
A comienzos del siglo 20 el huaso comienza a trasladarse a la urbe, trayendo en sus bártulos las tradiciones y costumbres campesinas. Esto hace que comienzan a aparecer compositores y grupos musicales, quienes desarrollan una veta folclórica nacional. Clarita Solovera, Socia Honoraria de nuestro Club, supo reflejar en la letra de sus canciones el sentir campesino, trasladando las vivencias del campo a las notas de guitarra y arpa, representando las alegrías y penas del huaso en tonadas que se transformaron en leyendas.
A mediados del siglo 20, es don Vicente Bianchi, también Socio Honorario de esta institución, quien lleva la tradición espiritual del campesino, su creencia y respeto religioso, a los acordes del piano, que se transforman en la Santa Misa a la Chilena.
En 1920 es cuando el campesino trae a Santiago su mayor entretención, el rodeo. Por fin puede volver a ensillar su potro, y arriando un novillo junto a su mejor amigo, demuestra no solo su calidad de jinete, sino también la docilidad y buena boca de su caballo. Su estampa no deja de llamar la atención, atrayendo a bellas mujeres a ver las demostraciones corraleras, y así queda reflejado en el poema de Ignacio Verdugo Cavada, quien en 1920 escribía su poesía El Rodeo:
“Ojos llenos de quimeras
siguen la justa atrevida
y ella comprende enseguida,
con su corazón ardiente
que por su amor un valiente
está arriesgando la vida.”
En 1931 el huaso y su caballo desfilan por vez primera en una Parada Militar, demostrando con ello su apego a la Patria, su hidalguía en defenderla al llamado del clarín de batalla, y su respeto a la primera autoridad nacional.
En resumen, el huaso y su caballo han sido referentes que marcaron presencia en el nacimiento y organización de esta Patria.
Días atrás conversando con un Socio Honorario, me indicaba la importancia de saber, como huasos, quiénes somos; esta noche, don Alfonso, le puedo decir que:

Fue al finalizar la cena, el momento propicio para hacer entrega de los premios designados. Establecido en el año del bicentenario, el “Premio a la Tradición Chilena Ricardo Gil Letelier Velasco” es que nuestro Club ha querido reconocer cada año a quienes en su desempeño diario, en su trayectoria de vida, han sabido mantener y proyectar las tradiciones folclóricas y campesinas de nuestro Chile. Es así como han sido premiados anteriormente figuras e iconos de nuestra cultura nacional, como lo son don Vicente Bianchi Alarcón, la Sra. Margot Loyola Palacios y Los Cuatro Cuartos. En esta oportunidad se quizo reconocer al trabajo realizado por don Luis Valentín Ferrada, quien por encargo de la Asociación de Criadores de Caballos Chilenos, logró primeramente, que nuestro caballo fuera reconocido el año 2011, como Monumento Natural, destacando del caballo chileno su nobleza, su generosidad, desde los tiempos de la Colonia. Los antecedentes recabados por varios estudiosos y dedicados al tema, quienes por años se dedicaron a recoger antecedentes de sus líneas de sangre, permitieron que esta especie fuera merecedora del reconocimiento como Monumento Natural de Chile. Luego de esto, don Luis Valentín realizó las gestiones necesarias para lograr que la Raza Caballar Chilena fuera reconocida a nivel mundial, siendo inscrita en la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, FAO por sus siglas en inglés. Este trabajo realizado por don Luis Valentín, permite que nuestro caballo corralero tenga no solo importancia para nosotros como huasos, sino logra al fin un reconocimiento de mantención de sangre pura por más de 500 años. Al agradecer la entrega de este premio, junto al Directorio Corporativo, don Luis Valentín expresó su agradecimiento a todos los huasos, ya que ellos fueron la base que lo impulsó a realizar un trabajo que obtuvo no solo un valioso logro, sino una satisfacción a nivel de país. Junto a su Sra. Esposa, recibió el estímulo que nuestra institución quiso hacerle a su persona.

Luego, correspondió la entrega del Premio a la Tradición Chilena a “Los Huasos Quincheros, quienes por su extensa trayectoria cultivando, componiendo, entregando y proyectando nuestra música folclórica nacional, ha recorrido el mundo a los acordes de nuestras tonadas y cuecas. La prolífica carrera artística ha llevado a Chile por rincones inalcanzables, permitiendo que el Huaso Chileno esté presente y sea conocido en el orbe. El cantar la producción propia, o la de diversos autores chilenos mantiene la chilenidad presente, en este mundo globalizado, permitiendo mantener una identidad propia.
