Con su vestimenta de huaso, bien cacharpeado, llegó don Enrique Arancibia a la reunión semanal para saludar a sus amigos. Su salud no ha estado muy bien físicamente, ya que el ataque de un perro callejero sucedido tiempo atrás, lo mantuvo hospitalizado, y luego en reposo en su casa por varios meses. De a poco ha vuelto a retomar sus actividades, entre las cuales asistió a la elección de nuevo Directorio en Junio pasado, y este martes, cuando llegó de forma sorpresiva a reunión.
Don Enrique Arancibia forma parte de ese destacado grupo de huasos que participaron en la creación del Club. Abanderado de esta institución por varios años, participó en diversas directivas en el cargo de Tesorero.
Aprovechamos su visita para entregarle la insignia institucional creada para destacar e identificar a los socios que mantienen la categoría de Honorarios dentro de la institución, la cual es obtenida en base a los méritos y cualidades que lo califican para esta distinción. Igualmente, se le entregó un galvano en reconocimiento de sus funciones dentro de la institución corralera.
Una vez finalizada esta pequeña ceremonia, don Enrique quiso dirigir algunas palabras a los socios asistentes, manifestando:
“No merezco este tipo de reconocimientos. Lo que he hecho por mi Club, ha sido sin esperar nada a cambio. Lo único que deseo, es que los nuevos socios o quienes llevan menos años en este Club, tomen como ejemplo a quienes hemos levantado una institución dejándola en un lugar importante a nivel nacional, y que entreguen su mejor esfuerzo sin esperar mayor recompensa que la satisfacción del deber cumplido”
Fue un momento muy emotivo; tener la oportunidad de compartir con quien estuvo en el nacimiento del Club, permite conocer detalles inéditos de sus fundadores. Esperamos que en poco tiempo más, podamos realizarle una entrevista con el fin de traspasar su conocimiento sobre la historia del Club a quienes llegan a las filas corporativas, y también a quienes visitan nuestra página web.
