Al igual que el año pasado, el Club de Huasos y Rodeo Gil Letelier volvió a ser invitado a participar en la Fiesta de la Vendimia de Mendoza. Y mientras en Curicó una collera del Club, integrada por Pablo y Pedro Adasme, buscaba clasificar para Rancagua, en una instancia competitiva que hacía tiempo no ocurría, en tierras mendocinas una delegación de la institución cumplía un rol destacado en un evento que ya es un clásico en la ciudad trasandina.
José Saa fue uno de los integrantes de esta comitiva, en la que participaron alrededor de 30 personas, y a quien le consultamos sobre esta vivencia.
"Es importante destacar que no sólo fuimos como Gil Letelier, sino que también hizo presencia en esta actividad la Conacutch (Corporación Nacional de la Cultura Tradicional Chilena), donde forma parte de su Directiva nuestro socio Héctor Rodríguez, quien encabezó esta delegación. Así que ahí se complementó esta comitiva".
Añadió que participaron en el Desfile que recorre las principales avenidas de Mendoza, ante una impresionante cantidad de espectadores, los que saludaron con particular entusiasmo la pasada de la comitiva chilena.
"Tuvimos una recepción muy bonita por parte del público, que nos aplaudía y felicitaba cuando pasamos con nuestra Bandera. Además, el cuerpo de baile presente en esta delegación, acompañado por la parte musical, cuando nos podíamos detener, bailaba algunos pies de cueca que la gente aplaudía y celebraba con mucho ímpetu".
Además de participar en este desfile, que clausuraba la Fiesta de la Vendimia 2009, el Gil Letelier también marcó presencia en otras actividades, como rememoró José Saa.
"Participamos en un acto en el Hipódromo de Mendoza, donde se corrió el Derby de la Vendimia. Allí estuvieron presentes la Reina de la Vendimia y sus virreinas y, además, actuamos en un escenario montado en uno de los sectores del recinto, e hicimos bailar a todo el público que se encontraba allí".
Resaltó que ésta "fue una experiencia muy bonita, inolvidable, muy emotiva. Es muy emotivo llevar el Pabellón Nacional en el extranjero y más encima sentirse aplaudido por toda la gente cuando vamos de a caballo. Nos saluda, nos sale al paso, nos aplaude y nos grita Viva Chile, vivan los hermanos chilenos. Esa era la forma de saludarnos".
