Una impecable participación tuvo la delegación que representó al Club Gil Letelier en la Fiesta Nacional de la Vendimia 2018 "Constelación del Vino", que se realizó el fin de semana pasado en Mendoza, Argentina.
La delegación la integraron 13 personas, encabezadas por el presidente del Club, Juan González Berríos (a quien lo acompañó su esposa y su nieto), gracias a la invitación de Roberto Petri, ex presidente de la Federación Gaucha de Mendoza y propietario de la Cabaña Tulumaya.
Nuestra comitiva participó en el Carrusel, vale decir, en el desfile de las candidatas a Reina de la Vendimia 2018, cada una de ellas en su respectivo carro alegórico, representando a cada departamento de la ciudad de Mendoza. Y junto a los camiones llevando distintas representaciones, desfilaban jinetes montados y carruajes pertenecientes a los Centros Tradicionalistas, además de comparsas de bailes autóctonos.
Juntos a ellos, la delegación nuestra, con tres jinetes montados (Juan González, Héctor Rodríguez y Eduardo Molina), tres parejas de baile pertenecientes a la Rama Folclórica (los profesores María Ester Domínguez y Héctor Bastías, y Connie, Silvia, César y Cristián), apoyados por Mario Arqueros y quien escribe esta nota, además de amigos del Club que apoyaron desde afuera durante el recorrido: el general de brigada ® Camilo Vidal y señora y el coronel ® Alonso García y señora, los que también fueron invitados a la Fiesta de la Vendimia por Roberto Petri.
El sábado 4 de marzo comenzaron muy temprano las actividades en la Cabaña Tulumaya (Rivadavia), centro donde estaba hospedados los integrantes de la delegación (que habíamos llegado el día viernes, siendo recibidos con una cena de bienvenida por los dueños de casa y donde no faltó la música folclórica de ambos lados de la Cordillera). Ya los caballos habían partido el día anterior, pernoctando en el interior del Parque San Martín. El sábado había que llegar antes que se cerraran los portones y luego a prepararse para ocupar un lugar dentro del desfile. Encabezados por Roberto Petri y su esposa, Gabriela Bernal, la delegación inició su paso junto al carro del Departamento de Rivadavia, saliendo del parque San Martín y desplazándose lentamente rumbo al centro de la urbe mendocina.
- Recuerdos imborrables
Fue un viaje largo, pero que dejó recuerdos imborrables entre los miembros de la delegación, sobre todo en quienes participaban por primera vez. Además, hubo muchas muestras de afecto al paso de la delegación chilena encabezada por Juan González, presidente del Club, de a caballo y con el Pabellón Patrio en la diestra. Asimismo, los varios pies de cueca bailados por los integrantes de la Rama Folclórica en algunos tramos del Carrusel, también hicieron brotar muchos aplausos y saludos de parte del público. Y no faltó quien se quiso tomar una foto junto a los huasos o a los bailarines.
Concluido el Carrusel o desfile, de vuelta al interior de Parque San Martín, para compartir un sabroso almuerzo preparado por el equipo de la Cabaña Tulumaya.
El domingo por la mañana hubo oportunidad de presenciar una exhibición de destrezas ecuestres brindada a los invitados por parte de Roberto Petri, doña Gabriela, Fernando Petri y amigos de la casa. Dicha presentación que consultó paleteadas, lanzamientos con boleadoras al choique (ñandú o avestruz), apialaduras y sacar la sortija. Una muestra que permitió conocer también estas tradiciones cultivadas por los gauchos argentinos. Una picadita con sabrosuras y mostos locales para darle placer al organismo acompañó la presentación y luego un almuerzo con varias delicias puestas sobre la mesa, incluyendo el vino alegre y su historia, hicieron avanzar la tarde.
Y por la noche, a subirse a los autos, formar la caravana y llegar hasta la entrada de Mendoza, donde una escolta policial motorizada, de la Policía de Mendoza, nos llevó con presteza y raudamente hasta el anfiteatro Griego Frank Romero, ubicado en las alturas del Cerro La Gloria. Allí, sentados en la tribuna Cabernet Sauvignon, pudimos apreciar la magnificencia, despliegue y cantidad de personajes que participaron en cada uno de los cuadros del espectáculo Constelación del Vino, uno de los atractivos clásicos de la Fiesta de la Vendimia.
Cerca de la medianoche y ya de vuelta a la Cabaña Tulumaya, pudimos conocer otra faceta de Mendoza en estas fechas: una tormenta eléctrica con todas las de la ley, con intensa lluvia en algunas partes del trayecto, lo que obligaba a los vehículos a guarecerse bajo los pasos niveles. Truenos, relámpagos y rayos, incluso hasta la piedra, granizo muy contundente que dejó a muchos árboles a mal traer, y gran cantidad de aceitunas todavía verdes en el suelo.
Así amaneció el lunes, fecha indicada para el retorno de los últimos viajeros (algunos de los integrantes de la delegación partieron en la noche del domingo). Con un sol espléndido acompañando a los viajeros y aunque sobre las cumbres aparecían nubes amenazantes, el viaje no revistió mayor problema. Un nuevo hito en la bitácora del Club Gil Letelier y un gran agradecimiento a Roberto Petri, a su esposa, a Fernando Petri y a todo el equipo de la Cabaña Tulumaya, además de otros amigos que nos brindaron la mejor de las recepciones.